CHINA

LOS HUESOS DEL HORÁCULO DE CHINA.

Perteneció a la dinastía Shang (alguna vez se pensó que eran hombres míticos) floreció desde el siglo XVI hasta el XII a.C. (1500-1000) cerca de Anyang, unos 500 km al sur de Beijing. De las ruinas excavadas en ese lugar se han logrado recuperar poco más de 100,000 huesos de animales y caparazones de tortugas inscritos con preguntas a los dioses antiguos. en el yacimiento Daxinzhuang, más de 100 años después del primer descubrimiento de la nación de huesos de animales y cáscaras de tortuga con inscripciones grabadas en la ciudad de Anyang, provincia de Henan, centro de China. Se han encontrado por casualidad, usados para predecir el futuro, en todos los aspectos de su vida diaria, el pueblo Shang buscó la guía de los huesos del oráculo e hizo preguntas sobre el clima, las expediciones de caza, los rituales de sacrificio, los sitios para construir, la política, los sueños, la salud, los nacimientos y el matrimonio. Estas inscripciones son las primeras formas conocidas de la escritura china.

 En complejos rituales de preparación se raspaban, secaban y pulían los omóplatos del ganado y la parte inferior de los caparazones de tortuga, y se perforaban los costados. Casi siempre el rey formulaba una pregunta.

Con piedras o una barra al rojo vivo, se aplicaba calor extrema al hueso, que ocasionaba resquebrajaduras en la superficie. Un adivino descifraba el dibujo formado como la respuesta del espíritu, y allí registraba la adivinación.

Después de la era Shang, la gente común siguió confiando en los huesos del oráculo. Un poema conmovedor del 800 a.C. habla sobre una pareja que consultó los huesos del oráculo antes de su boda, mas no disfrutó del matrimonio feliz que les predijeron.  En el siglo I d.C., los huesos fueron reemplazados por la adivinación por medio de tallos de milenrama y, después, por monedas.