Pintura Románica.

Para hablar de la pintura románica hay que diferenciar distintos tipo según la técnica y lugar de aplicación. Así tenemos:

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Pintura mural de ábsides, naves, bóvedas, columnas.

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Pintura aplicada a la escultura monumental para realzar su expresividad

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Pintura sobre tabla (por ejemplo en frontales de altares)

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Uluminación de códices (miniatura)

Las características formales de la pintura románica coinciden con las de la escultura, aunque las composiciones suelen ser más claras. Predominan la simetría y la composición yuxtapuesta. Los temas plasmados en las pinturas coinciden también con los de la escultura, aunque hay mayor predominio de la figura humana y, en general, de las escenas bíblicas.

La técnica utilizada es el fresco para la pintura mural de los interiores de las iglesias y ábsides, también adaptándose al marco arquitectónico; y el temple para decorar los frontales del altar.Las características propias de la pintura románica son:

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Bidimensionalismo, no hay profundidad

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Fuerte expresionismo

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Plana (no mezcla colores).

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Gran importancia del dibujo.

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Poca importancia del modelado.

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Poca importancia de la luz.

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Los fondos suelen consistir en bandas de colores horizontales superpuestas (influencia mozárabe).

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Recibe influencias mozárabes y bizantinas.